Re-programándonos y removiendo conceptos
“Las transiciones son un momento para reflexionar,
y un momento para mirar hacia adelante.”
Martin Luther King, Jr.
Todo lo que pensamos, decimos y hacemos nos define, es como nuestra huella dactilar, y aunque pudiera tener semblanza con otras, cada una es personal y única. ¿Alguna vez se ha preguntado cómo es su huella? Aunque puede que a veces sea mejor no preguntar. Aun así, nos toca convivir con nuestro dactilar, único e indivisible. Y la pregunta de la que no escapamos es ¿cómo nos sentimos con nosotros mismos?
Hace varios años una amiga de mi madre, estudiante de astrología, me realizó una breve carta natal, ¿a quién no le da curiosidad estas cosas? Obviamente no a todos, pero a mí me dio curiosidad, aún me da, así que en ese momento me encantó la idea de que me la hiciera. Cuando nos reunimos para que me la mostrara, y antes de ir al detalle, ella me preguntó si yo era muy dura conmigo misma, si constantemente me estaba auto-evaluando, para mi sorpresa efectivamente así era. Así que pregunté por qué y ella me explicó que yo tenía en la casa uno (en acuario), una conjunción de la luna con el nodo norte, en resumen, eso indicaría a una persona que se cuestiona y auto evalúa constantemente, para haber estudiado poco, supo bien lo suyo. Mi Lama diría que no hace falta clavarse el cuchillo y darle vueltas, pero hasta que tomé conciencia de eso, lo hacía con frecuencia. Romper el mal hábito no fue fácil, aún lo hago, pero creo que voy aprendiendo a hacerlo menos.
Vamos por la vida mostrando lo que somos. Algunos más que otros. Las personas introvertidas y reservadas suelen mantenerse muy privadas. Otras van viviendo como un libro abierto, confiados de ser y mostrarse como quieren. Y los hay, con un poco de ambos. En lo personal, admiro mucho al segundo grupo, y para explicarlo más gráficamente me voy a referir a las personas famosas que son capaces de ir por la vida públicamente, mostrándose abiertamente, renunciando a la libertad que brinda el anonimato, siendo escudriño de miradas y comentarios de ajenos, sin tomárselos de forma personal y sin quebrarse, o quebrándose con una dignidad de admirarse.
Suena bien en teoría, pero en la práctica no siempre resulta ser así, y lo interesante es que, a pesar de todo, mantienen su frente en alto, siguen saliendo a los medios y a exponer sus vidas e intimidad al resto del mundo. Para mí eso requiere mucho valor, el cual yo no tengo. Y voy a explicarme mejor haciendo referencia a dos casos que son realmente emblemáticos para mí. El primero es el de Frank William Abagnale Jr., y el segundo, que ocurrió más recientemente, es el de Anna “Delvey” Sorokin. Si usted no sabe quiénes son, puede buscarlos por Google. En ambos casos de estafadores descarados ellos se pudieron convertir en iconos, famosos y, aunque aún es pronto para contar que camino determinará el futuro de Anna Sorokin, aunque sigue en la palestra pública, el de Abagnale Jr. ha logrado presumir de un estatus destacado y privilegiado.
Las experiencias son personales y todas son valiosas, de ellas aprendemos y crecemos si así lo que deseamos. Cada una de esas experiencias se nutre de nuestros referentes basados en nuestro entorno cultural, pero el más importante es el familiar, este último es el que más nos va a influir y definir, nuestros conceptos más arraigados nacen en nuestro grupo familiar, porque aunque la familia haya dejado de existir igualmente nos marca, con o sin conocimiento de causa. Retomando a Abagnale Jr. como ejemplo, cuya biografía(1) es interesante y muy aleccionadora, y aunque no voy a dedicar espacio a sintetizar sus antecedentes familiares, ni su vida asediada por la justicia, lo que quiero es mostrar brevemente como pudo transformarse para convertirse en un consultor de prestigio. Y, al final, reconocer simplemente que si él pudo ejecutar en su vida tal cambio profundo, todos podemos.
Mencioné a dos figuras públicas que han tenido un impacto en su entorno fuera de lo habitual, con mucho que aportar como referentes de experiencias y de aprendizaje personal, y a lo largo de este recorrido mencionaré muchos más, no todos famosos.
Y usted se estará preguntando por qué insisto tanto en escribir sobre los referentes y, en resumen, es porque estamos creando “efecto multiplicador”, y desde muy pequeños. Durante nuestra vida hemos estado repitiendo básicamente los patrones y conceptos que nos inculcan nuestros referentes, se trate de personas o patrones culturales. Es muy importante tomar conciencia de que estamos “multiplicando”, ver hacia adentro de nosotros y, de ser posible, plantearnos si lo que estamos “multiplicando” es lo que queremos.
Retomando a Frank William Abagnale Jr., quien con seguridad no estaba ajeno a saber, y muy bien, que sus acciones eran inescrupulosas y en su mayoría consideradas delitos, y que, más pronto de lo esperado, se vería perseguido por la policía local e internacional y aún así las seguía cometiendo. Frank William Abagnale Jr. nos sirve como referente para explicar el “efecto multiplicador” de manera amplia porque aún a sabiendas, con conocimiento de causa, y hasta pudiendo ser capaces de prever posibles consecuencias, realizamos acciones y decimos cosas que tienen efecto multiplicador en otros y/o en muchos. Es muy probable que una gran mayoría no se dedique a copiar o repetir delitos similares luego de conocer su historia, aunque algunos podrían agarrar “datos”, y sin dedicarnos a más, lo que es realmente relevante en este momento es que él logró rectificar, servir de ejemplo y “multiplicar” en positivo luego de haber cometido tantos crímenes, tanto así, que su vida se llevó al cine y, obviando el uso que cada quien pueda darle, es un referente de experiencia de vida para muchos. Este vuelco tan radical en su vida seguramente hasta lo habrá tomado por sorpresa, con un resultado positivo y aleccionador, contando una experiencia de vida que, lejos de ser causa de orgullo en un inicio, sirvió de plataforma para ofrecernos la apertura a la oportunidad que ofrece rectificar y “cambiar”.
Volviendo a lo “personal”, y siendo introspectivos, es el momento de preguntarnos: ¿qué estoy multiplicando? Y ¿por qué no: cómo me siento con mi efecto multiplicador? Y más importante, la gran pregunta: ¿qué QUIERO multiplicar?
Y lo que quiero multiplicar:
Que todos seamos capaces de tomar conciencia para discernir y definir que queremos ser y hacia donde queremos ir, superando referentes inadecuados, aprendiendo de ellos, y dejar de justificar lo que somos a cuenta de lo que otros son o fueron, o nos enseñaron.
Para re-programarnos en positivo hay muchos métodos, uno de mis preferidos y que quiero multiplicar es la Programación Neuro-lingüística (PNL)(2), ésta ha sido adoptada por muchas escuelas en sus métodos de docencia, grupos de coaching, por mencionar algunos. Explicado de la forma más simple, la PNL emplea la sustitución de elementos cognitivos y lingüísticos para provocar una transformación interna (generado a nivel neuronal). Existe una vasta literatura sobre la PNL que se puede consultar, así como muchos enlaces útiles en internet, pero yo me voy a ir por el lado más práctico, y como dato personal voy a dar unos ejemplos a ver si me explico mejor, deseando que usted quiera apuntarse también a re-programarse para mejor. Entonces, comentaré algunas palabras que he eliminado de mi diccionario personal (recree el suyo propio), y por cuales las he sustituido:
- La palabra “problema”, se la he dejado de uso exclusivo a los matemáticos, y la he sustituido por “situación”, pero no me crea, experimente usted mismo/a que distinto se siente referirse a un evento como “situación”, en vez de problema.
- La palabra “culpa”, la dejé reservada al uso de las religiones. En su lugar, empleo la palabra “responsabilidad”.
- La palabra “difícil”, que hace sentir que algo es como cuesta arriba, la sustituí por “complejo”, y la sensación es otra.
- Todo lo que sucede es una “oportunidad”.
- Algunos emplean la frase “ser políticamente correcto/a” en sustitución de “hipocresía” (éste es un chiste personal, aunque pueda que a muchos no les resulte chistoso).
Esos pocos ejemplos de sustitución del lenguaje, para obtener un impacto positivo en nosotros mismos, ofrecen una idea sucinta sobre cómo aplicar la PNL, pero hay otras metodologías interesantes siguiendo esta línea de re-programarnos. En tal sentido, quiero traer la atención a Masaru Emoto, famoso por su libro Los Mensajes Ocultos del Agua(3), quien junto con un grupo interdisciplinario compuestos por científicos físicos, filósofos, entre otros especialistas, han planteado también como podemos transformar nuestros patrones neurológicos cuando tomamos conciencia y modificamos la tendencia de nuestra conducta. Amplia literatura abunda en relación a este tema y, adicional a la literatura, también se cuenta con muchos videos disponibles del propio Sr. Emoto. Uno de esos videos es la películas “What the Bleep Do We Know?” parte 1(4), ésta explica de manera diáfana y sencilla la propuesta de Emoto, en un documental novelado involucrando científicos y filósofos, y protagonizado por Marlee Matlin quien, con un sentido del humor muy inteligente, da vida a una mujer que sufre una transformación profunda cuando toma conciencia de que la “realidad” es mucho más de lo que puede ver o percibir y que es importante romper con los patrones e ideas fijas si deseamos lograr cambios en positivo.
Notas:
1) Puede leer su biografía, escrita por el propio Frank William Abagnale Jr.: Catch Me If You Can. O si prefiere, en internet se encuentran varios resúmenes fácticos. Si quiere divertirse mientras aprende más sobre su vida, le recomiendo la película: “Catch Me If You Can”, del mismo nombre del libro, protagonizada por Tom Hanks y Leonardo Di Caprio (en el rol de Frank William Abagnale Jr.), con la participación del propio Frank William Abagnale Jr. como el policía francés que lo detiene. Frank William Abagnale Jr. cuenta también con otros libros.
2) Autores de la Programación Neurolingüística (PNL): Richard Bandler, John Grinder y Frank Pucelik en California, Estados Unidos.
3) Emoto, Masaru: website: https://masaru-emoto.net/en/masaru/ - Video sobre los mensajes del agua: https://www.youtube.com/watch?v=eB-nwzFzz8Q -
4) La parte 2 de “What the Bleep Do We Know?” es un poco más extensa y compleja porque incluye mas información científica.

