martes, 11 de febrero de 2025

Encontrando esperanza en el desastre

 

Encontrando esperanza en el desastre 





“Si supiera que el mundo se acabará mañana, 

yo, hoy todavía, plantaría un árbol.”

Martin Luther King




El título de este aparte lo copié de una película romántica que vi recientemente, mas por ver los lugares en los que la filmaron que por su trama, y en una parte del diálogo dicen esa frase: “encontrando esperanza en el desastre”(1). Se me hace que ése es el día a día de mucha gente, entristece decirlo, pero así es.


Voy a hablar de una amiga de infancia, cuyo nombre me reservaré para evitar polémicas, igual muchos se podrán ver identificados con su historia sin dar mayores detalles. Nos conocimos siendo vecinas del mismo edificio y aunque ya no lo somos, de alguna manera siempre hemos mantenido el contacto, y ahora gracias a “WhatsApp” se hace muy fácil mantenerlo (valga la promoción de la que no recibiré nada a cambio). Actualmente, ella está viviendo en un país que se encuentra en guerra. Le escribo con frecuencia, pero sin querer resultar abrumadora me aguanto de no hacerlo a diario. Hace poco hubo un ataque terrible, cuando pude comunicarme con ella me relató que el bombardeo la agarró saliendo del trabajo. Tuvo que correr buscando donde refugiarse, así como ella todos alrededor, en medio de llanto, angustia, gritos, desesperación y mucho mas. Ella me decía que estaba bien y tranquila, con voz muy centrada, sin hacer drama. No se como lo hace, ella es así, fuerte como un roble. Ha vivido situaciones bien complejas, que han puesto en juego su capacidad de aguante, de seguir adelante, y ahora también le ha tocado vivir en guerra. No se como lo hace, pero sé que como ella, allá, hay miles de personas mas poniendo a prueba su capacidad de superación frente a una tragedia y, de alguna manera, buscar “esperanza en el desastre”.


Cuando pienso en ella no puedo evitar hacer una panorámica de lo que fue nuestra vida cuando éramos chicas siendo vecinas y las vivencias compartidas juntos con muchos otros chicos y chicas que vivían alrededor, conservo muchos recuerdos maravillosos de aquellos años en momentos abrigados por un amplio bienestar en un país abundante en prosperidad, en todo sentido, y mas aún en gente excepcional. La vida nos cambió radicalmente desde entonces, y en estos momentos cuando pienso lo que viven, ella y parte de su familia, sentir tristeza, frustración y rabia, por decir algunas emociones, es inevitable, tanto por ellos y todos los afectados que no conozco, como por esa realidad tan terrible de guerras que aún se generan y que no paran de proliferar. 



Lo que quiero multiplicar:


No se por donde empezar porque es mucho, demasiado, así de largo como la lista de Erika en su monologo. Resiliencia, valor, superación, sueños, deseos,… ¡encontrar esperanza en el desastre! Algo que ni se como se hace. Quisiera que el ejemplo de mi amiga, como el de tantos miles de seres humanos que viven en condiciones similares, sirva de efecto multiplicador para contar con la fortaleza que nos permite volver a levantarnos sin importar cuantas veces nos caigamos, pero también para sembrar conciencia, valorar y cuidar nuestros afectos, así como las condiciones óptimas en las que vivimos quienes no estamos experimentando algún tipo de “desastre”. La lista continua…






Quino y su Mafalda en acción, una imagen puede decir mas que mil palabras:





Notas:

1) Lonely Planet. Netflix. 2024.

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