Eterno retorno
Dedicado a mis padres,
Eternos retornos entre ell@s mism@s.
Esto es algo que dudé mucho en hacer, y es compartir un verso que escribí cuando tenía unos 14 años. Y tiene que ver con la sensación que sentía desde que tenía unos 3 años que me parecía que la vida era una repetición de ciclos (para no ponerme densa). Nada fácil para mi publicar esto, en fin, ahí va:
Eterno retorno,
que como las olas del mar,
que como las nubes del cielo,
vienes y con el viento te vas.
Eterno retorno,
de los flujos adyacentes
de los ríos a la mar.
Eterno retorno,
del nacer crepuscular,
que amaneces y nos duerme
luego que el sol se va.
Eterno retorno,
de los amores del tiempo,
del fortuito nacimiento
y de un alma que se va.
Eterno retorno,
como el florecer primaveral,
cálido, lleno de colores y olores,
que dan luz a tu mirar.
Eterno retorno,
de la enseñanza prodiga,
de la inteligencia erudita
y el candor de la amistad.
Eres ese eterno retorno
que camina por las calles
clamando su libertad,
quien con cándida ternura
invita a regresar.
Eterno retorno,
son las ensoñaciones
de un mágico despertar
recorriendo la tierra húmeda,
cada gota de rocío
que con el caer del alba
suena su fresco trinar.
Eterno retorno,
cada vez buscando un poco más,
para que des algo
que permita regresar.
Y lo que quiero multiplicar:
Creo que regresar a los orígenes es parte del aprendizaje, una parte muy importante porque nos recuerdan nuestra esencia, en lo personal me cautiva regresar a lo que surge de manera espontánea y a la naturaleza. No hay manera que escapemos de nosotros mismos, así que para poder continuar, también hay que retornar.
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