martes, 18 de febrero de 2025

Eterno retorno

 


Eterno retorno 





Dedicado  a mis padres,

Eternos retornos entre ell@s mism@s.



Esto es algo que dudé mucho en hacer, y es compartir un verso que escribí cuando tenía unos 14 años. Y tiene que ver con la sensación que sentía desde que tenía unos 3 años que me parecía que la vida era una repetición de ciclos (para no ponerme densa). Nada fácil para mi publicar esto, en fin, ahí va:



Eterno retorno,

que como las olas del mar,

que como las nubes del cielo,

vienes y con el viento te vas.


Eterno retorno, 

de los flujos adyacentes

de los ríos a la mar.


Eterno retorno,

del nacer crepuscular,

que amaneces y nos duerme

luego que el sol se va.


Eterno retorno,

de los amores del tiempo,

del fortuito nacimiento

y de un alma que se va.


Eterno retorno,

como el florecer primaveral,

cálido, lleno de colores y olores,

que dan luz a tu mirar.


Eterno retorno,

de la enseñanza prodiga,

de la inteligencia erudita 

y el candor de la amistad. 


Eres ese eterno retorno 

que camina por las calles

clamando su libertad,

quien con cándida ternura 

invita a regresar.


Eterno retorno,

son las ensoñaciones

de un mágico despertar

recorriendo la tierra húmeda, 

cada gota de rocío

que con el caer del alba

suena su fresco trinar.


Eterno retorno,

cada vez buscando un poco más,

para que des algo

que permita regresar.




Y lo que quiero multiplicar:


Creo que regresar a los orígenes es parte del aprendizaje, una parte muy importante porque nos recuerdan nuestra esencia, en lo personal me cautiva regresar a lo que surge de manera espontánea y a la naturaleza. No hay manera que escapemos de nosotros mismos, así que para poder continuar, también hay que retornar. 



martes, 11 de febrero de 2025

Encontrando esperanza en el desastre

 

Encontrando esperanza en el desastre 





“Si supiera que el mundo se acabará mañana, 

yo, hoy todavía, plantaría un árbol.”

Martin Luther King




El título de este aparte lo copié de una película romántica que vi recientemente, mas por ver los lugares en los que la filmaron que por su trama, y en una parte del diálogo dicen esa frase: “encontrando esperanza en el desastre”(1). Se me hace que ése es el día a día de mucha gente, entristece decirlo, pero así es.


Voy a hablar de una amiga de infancia, cuyo nombre me reservaré para evitar polémicas, igual muchos se podrán ver identificados con su historia sin dar mayores detalles. Nos conocimos siendo vecinas del mismo edificio y aunque ya no lo somos, de alguna manera siempre hemos mantenido el contacto, y ahora gracias a “WhatsApp” se hace muy fácil mantenerlo (valga la promoción de la que no recibiré nada a cambio). Actualmente, ella está viviendo en un país que se encuentra en guerra. Le escribo con frecuencia, pero sin querer resultar abrumadora me aguanto de no hacerlo a diario. Hace poco hubo un ataque terrible, cuando pude comunicarme con ella me relató que el bombardeo la agarró saliendo del trabajo. Tuvo que correr buscando donde refugiarse, así como ella todos alrededor, en medio de llanto, angustia, gritos, desesperación y mucho mas. Ella me decía que estaba bien y tranquila, con voz muy centrada, sin hacer drama. No se como lo hace, ella es así, fuerte como un roble. Ha vivido situaciones bien complejas, que han puesto en juego su capacidad de aguante, de seguir adelante, y ahora también le ha tocado vivir en guerra. No se como lo hace, pero sé que como ella, allá, hay miles de personas mas poniendo a prueba su capacidad de superación frente a una tragedia y, de alguna manera, buscar “esperanza en el desastre”.


Cuando pienso en ella no puedo evitar hacer una panorámica de lo que fue nuestra vida cuando éramos chicas siendo vecinas y las vivencias compartidas juntos con muchos otros chicos y chicas que vivían alrededor, conservo muchos recuerdos maravillosos de aquellos años en momentos abrigados por un amplio bienestar en un país abundante en prosperidad, en todo sentido, y mas aún en gente excepcional. La vida nos cambió radicalmente desde entonces, y en estos momentos cuando pienso lo que viven, ella y parte de su familia, sentir tristeza, frustración y rabia, por decir algunas emociones, es inevitable, tanto por ellos y todos los afectados que no conozco, como por esa realidad tan terrible de guerras que aún se generan y que no paran de proliferar. 



Lo que quiero multiplicar:


No se por donde empezar porque es mucho, demasiado, así de largo como la lista de Erika en su monologo. Resiliencia, valor, superación, sueños, deseos,… ¡encontrar esperanza en el desastre! Algo que ni se como se hace. Quisiera que el ejemplo de mi amiga, como el de tantos miles de seres humanos que viven en condiciones similares, sirva de efecto multiplicador para contar con la fortaleza que nos permite volver a levantarnos sin importar cuantas veces nos caigamos, pero también para sembrar conciencia, valorar y cuidar nuestros afectos, así como las condiciones óptimas en las que vivimos quienes no estamos experimentando algún tipo de “desastre”. La lista continua…






Quino y su Mafalda en acción, una imagen puede decir mas que mil palabras:





Notas:

1) Lonely Planet. Netflix. 2024.

martes, 4 de febrero de 2025

Amor acompañado de sabiduría

 


Amor acompañado de sabiduría 





“El amor eterno…

… dura tres meses”.

Autor desconocido




Crecí en un hogar común y corriente, de los que hoy en día llaman “disfuncionales”, como si fueran algo “nuevo”. La relación entre mis padres fue muy compleja, es todo lo que diré. Y acoto esto porque el referente en este aspecto de la vida es significativo desde temprana edad. Contar con un consejero o con apoyo de salud mental en cada escuela, como sucede hoy en día, no era algo a lo que uno volteaba a buscar (tampoco lo ofrecían en muchas escuelas) para solicitar algo de apoyo a ver si se superaba la falta de entendimiento a los acontecimientos. El punto es que mi referente estaba saturado de confusión, y ya de adulta así pasé por mucho tiempo: confundida sobre la apreciación y el valor de la pareja, planteándome un nivel alto de independencia, porque la interdependencia era algo que no conocía y la co-dependencia me espantaba. Y no importaba si a mi alrededor habían otros referentes, un poco mas consistentes, yo no lograba sentirme identificada. Hasta que un día… Conocí a Ole y a Hannah Nydahl, el espejo que buscaba llegó.


Cuando buscas a un maestro entre Lamas budistas, ellos te instan a que los evalúes, desde muchos aspectos, porque a futuro es muy probable que termines pareciéndote mucho a él/ella/ellos. Ole y Hannah fueron los primeros Lamas con los que tuve contacto en esta vida de manera consciente. Es mucho lo que quisiera compartir y decir de ellos. En un principio aprendí de ellos dos máximas: “Confianza”, que fue una de sus primeras lecciones cuando comenzaron su travesía en el budismo, y concentrarnos en lo que es “útil y de beneficio”, importante si queremos generar méritos e impresiones positivas. Obviamente, sus enseñanzas son muy extensas, pero estas dos enseñanzas son prioritarias para mi. 


Ole y Hannah(1) se casaron jóvenes y desde entonces recorrieron el mundo entero apoyando a grupos de meditación a desarrollarse y a impartir enseñanzas budistas, de la mano de otros altos Lamas. Y hoy he querido referirme a ellos porque de ellos aprendí a reconocer el valor del amor de pareja de una forma diferente: “libre de emociones perturbadoras”; un amor así no es común, esto es aplicable a personas con mucha trayectoria entrenándose en el manejo emocional. Verlos juntos era como estar en otro mundo, dentro de un campo magnético en donde todo se sentía en equilibrio, realmente me cuesta describir esa sensación, tener los pies en la tierra y a la vez sentirse como si flotaras, focalizados con plena precisión. Siempre que estaban juntos transmitían armonía, se complementaban de una forma tal que todo fluía fácil y con suavidad, a la vez que cada uno era tan diferente al otro. Ellos siempre cargaban su equipaje, literalmente hablando, porque como maestros ellos tenían el compromiso de ser consistentes al aplicar sus enseñanzas. Hannah era como percibir a una pluma, liviana, delicada, pero fuerte, capaz de resistir, metafóricamente hablando, los embates del viento. Hannah ha sido de las mujeres más hermosas que he visto en mi vida, en todos los sentidos, suave, compasiva e inteligentísima, ella no paraba de trabajar, era inagotable a la vez que siempre transmitía calma. Durante muchos años me pregunté por qué ella era así. Mi pregunta tuvo su respuesta cuando conocí a Shamar, otro de nuestros Lamas; verlo fue verla a ella. Así es, sí, con el pasar de los años, uno terminará pareciéndose mucho a su maestro, y para muestra, Hannah. Ole y Hannah han sido para mí el digno ejemplo de lo que es el amor en pareja, amor sano, libre de toxinas y capaz de alcanzar lo ilimitado. Yo crecí viendo el ejemplo contrario en mis padres, que no viene ahora al caso, y por eso verlos a ellos, fue tan significativo, pude de alguna manera, modificar mis referentes a niveles profundos y, a la vez, tratar de comprender mejor a mis referentes más cercanos, porque mis padres no han sido una coincidencia, yo los escogí, así que es mucho lo que en realidad he tenido que revisarme a mi misma.


Luego que Hannah falleció, Ole continuó dando enseñanzas como siempre, pero yo confieso que su partida marcó algo profundo en mí. Perdí a la mitad de mi maestro, porque para mí no era Ole o Hannah por separado, eran ambos juntos lo que me hicieron posible todos esos clics. Los años siguen pasando e inescrutablemente sigo sintiendo que me hace falta, que no fue suficiente, por eso, como parte de sus primeras enseñanza procuro siempre tener presente “aprovechar al máximo cada situación, cada oportunidad” porque nunca se sabe cuando cambian las condiciones y, aunque el apego me siga dando que hacer, al menos que no quede arrepentimiento que pude hacer “mas”. 



Lo que quiero multiplicar: 


Por una parte, que hay dos máximas que quisiera que todos replicaran, obviamente, me refiero a las dos primeras lecciones que recibí de mis Lamas, Ole y Hannah, y las quiero multiplicar: vivir desde la confianza y concentrarnos en lo que es útil y de beneficio. Seguidamente, el valor de la pareja, para quienes estén en busca de alguna, y buscar de manera consciente para encontrar a alguien significativo, con quien poder consolidar una relación, por el tiempo que sea, interdependiente y complementaria, en la que el amor contribuya a crecer y a ser mejor. Lo dejaré hasta aquí, porque ellos han sido tanto que esta lista podría ser realmente extensa. 


Hoy en día, Lama Ole está casado con Anne, ella es hermosa, amorosa, compasiva… una Dakini con todo. Verlos juntos es sumamente inspirador. ¡Chapeau!



Ole y Hannah



Notas:

1) Hannah falleció hace ya varios años.

Otorgarle el mérito a quien lo tiene

Otorgarle el mérito a quien lo tiene Ego parte 1 “El talento se quema   donde el ego gobierna.” Jair Arango “Vivimos bajo la ilusión de un...