Comunicando ando
“Lo más importante en la comunicación
es escuchar lo que no se dice.”
Peter Drucker
La comunicación está en todo, o podríamos decir: todo es comunicación, ésta es una fuente inagotable de “creatividad”. Constantemente nos estamos comunicando, no hay un instante en la vida que no emitamos alguna comunicación, aún estando en silencio estamos comunicando. Por eso este tema en particular es tan importante, comunicarse es la mayor de todas las artes. Una comunicación inadecuada, una palabra mal dicha, mal interpretada, pueden causar inconvenientes. A eso sumémosle las percepciones personales, como de una misma comunicación las personas pueden interpretar algo de manera diferente. Este aspecto es el mas complejo, y nos puede poner de cabeza con consecuencias complejas de prever o medir.
Adicionalmente, aún cuando hablamos el mismo idioma, y según sea nuestro lugar de origen, el uso de una misma palabra, o como se relaten, va a incidir en el significado que tenga para otros. Hay palabras que en mi país de origen son corrientes, y que no debería usarlas en Mexico o en Argentina, por dar un par de ejemplos muy sencillos. Conocer las diferencias culturales en el lenguaje es un aspecto muy importante para hacer de nuestra comunicación una herramienta efectiva. Considerando, obviamente, que no podemos conocer a todas las culturas, si es importante, al menos, conocer aquella con la que tenemos que interactuar. Si toca desplazarnos a otros destinos veremos que algunos serán mas complejos que otros. Actualmente, vivo en USA y aquí la multiculturalidad es muy vasta, convirtiéndolo en un habitat muy complejo, en todo sentido, así que es mucho lo que toca aprender y adaptarse, y la comunicación es un reto.
Superando la brecha cultural que puede caracterizar el ejemplo dado de un mismo idioma, a lo que yo me quiero referir es al contenido y la forma: qué decimos, cómo lo decimos, según sea el tamaño de la audiencia con la que se interactúa o el medio que empleamos para comunicarnos. Considerando que en el presente, gracias a internet, la comunicación cuenta con un “nuevo orden”, lejos parece haber quedado la Teoría de la Aguja Hipodérmica(1), eso sí, ahora el manejo de la información determina consecuencias de mayor importancia, alcance y en tiempo real.
Por ejemplo, yo crecí en un país en el que el racismo era algo mencionado en los libros de historia (y si acaso). Eramos como Benetton, colores unidos, hasta que un líder inadecuado se apoderó de nuestro gobierno, comenzó a gestionar una comunicación basada en los “principios de propaganda”(2) y, en consecuencia, a mover las venas emocionales de las personas con un discurso segregador, concibiendo así un período de racismo y resentimiento. Realmente terrible y triste para una sociedad en la que los colores se mestizaron y fundieron dandole vida a personas amables, amigables, acogedoras, y debido a esto nuestra realidad cambió y no para bien.
Cuando me mudé a Florida empecé a escuchar a cierta gente decir con insistencia: “aquí no puedes discriminar”, al principio no entendía, luego comprendí que lo decían refiriéndose sobretodo al racismo. Me tomó un buen tiempo asimilar por qué era una constante, hasta que me adentré en su historia, de la que no voy a decir mas. Pasaron muchos años en los que, salvo por estas personas que lo mencionaban, el racismo no era un tema de conversación. Hasta que apareció un líder que comenzó a hacer lo mismo que hizo el líder de mi país natal, y se dedicó a fomentar un discurso que exacerbó el racismo y la división, moviendo las venas emocionales masivamente en muchos aspectos. En resumen, y una vez mas al igual que el líder de mi país, este señor no realizó ninguna obra de envergadura para la nación, pero con su discurso peyorativo causó mucho daño en el contexto humano. Pero, por otra parte, hay personas que hablan muy lindo, tienen lo que yo llamo “el don de la palabra”, y de eso también experimentamos con el líder que le siguió, sin embargo, sus acciones han causado terribles consecuencias.
El ejemplo de los líderes, sin ser el que mas me pueda gustar, es el que me permite ejemplificar de manera mas comprensible a lo que me quiero referir, dado que son casos conocidos y fáciles de captar. La crisis de liderazgo nos aqueja enormemente a nivel mundial, pero lo que mas atañe es el uso que le dan a su comunicación y a las herramientas masivas que emplean sin aparente conciencia de que algunos de ellos son capaces de generar una atracción cegadora en muchos con efectos significativos y contraproducentes. La comunicación masiva deber ser responsable, de lo contrario seguiremos cosechando enormes hoyos negros de desinformación que se replica masivamente sin corroborar la autenticidad de la información y generando división, discriminación, confusión exacerbada, en lugar de conciliación, tolerancia, entendimiento y sabiduría. Quiero confiar que las próximas generaciones de líderes puedan actuar de manera mas responsable, siendo capaces de medir y prever las consecuencias de sus acciones y su comunicación, de manera razonable y con empatía hacia los ciudadanos a los que están por “servir” (¿sí será que saben que son servidores públicos?).
Un poco de esto mismo se aplica a la comunicación mas directa, pero no menos compleja. No me atrevo mucho a irme al detalle con ejemplos, eso sí, sea cualquiera la escala de la audiencia, hay maneras de asistirnos si la queremos mejorar, y eso lo expondré seguidamente.
Lo que quiero multiplicar:
Implementar lo que me gusta llamar “comunicación útil”, y para concebirla podemos aplicar (no están en un orden correlacionado):
- Definir qué queremos comunicar: cuál es el objetivo que queremos alcanzar. Se trate de una comunicación interpersonal o masiva, su inicio y contenido determinarán sus consecuencias, contar con un objetivo claro es importante para no perder el norte deseado.
- Comunicarnos con responsabilidad: evitando confundir o desinformar; cuidar el contenido de nuestros discursos para evitar concebir un efecto no deseado.
- Expresarnos de la manera mas amigable posible. Centrar nuestro discurso en lo que sea de beneficio útil y positivo.
- Evitar el exceso de parafraseo y ser mas concisos.
- Superar la crítica negativa, ésta solo resta. Puede volverse hábito y convertirse en un baobab si no la frenamos a tiempo.
- Centrarnos en la comunicación positiva: al final seremos lo que queramos ser, así que mejor es centrarnos en lo positivo que, además, suma.
- Pensar antes de comunicarse.
- Evitar comunicarse cuando lo perturben las emociones. Esperar a estar en calma y reflexionar sobre qué resultado deseamos conciliar luego de entablar una comunicación, y así permitirnos entablar una interacción que sea lo mas sana posible y con el mejor alcance. Si urge hacerlo tenga presente que se puede “ser firme” sin rabia.
- Ser asertivos: comunicarnos dentro de tiempos razonables. No esperar a que pasen, por decir, 5 años para conciliar una conversación importante, sobretodo cuando de afectos se trata.
- Ser transparentes: expresarse de manera auténtica y abiertamente es un factor determinante para alcanzar los resultados deseados. No espere resultados genuinos de una comunicación falsa o llena de poses o histrionismo.
- Existen asistentes para entablar una comunicación cuando ésta es demasiado compleja, como son los conciliadores, los psicólogos y los consejeros. Acudir a ellos es de gran ayuda, soy de la opinión que si no sé como hacer algo acudo a un experto que me guíe, e igual lo aplico para la intercomunicación.
Comunicarse puede ser complejo, especialmente cuando hay emociones involucradas. Sin embargo, podemos lograr hacerla fácil simplificando lo que queremos expresar; por ejemplo, ser concisa me ha ayudado mucho a ser mas efectiva, o al menos a evitar confusión o malentendidos; también eliminar filtros, que en lugar de aclarar, oscurecen. Obviamente, como cada caso es único, las percepciones personales pueden llegar a parecerse a una montaña alta por escalar, así que toca contar con mucha sabiduría para generar una comunicación optima y positiva, cosa compleja, pero posible siempre que esa sea la motivación entre las partes. En casa contamos con una consejera muy especial, ella se llama Belize, y ha sido un pilar importante en nuestro hogar en multiples ocasiones desde la pandemia del COVID-19. Al comienzo hicimos sesiones autónomas, y luego empezamos a trabajar todos juntos, porque la idea es poder hacer equipo, sintonizarnos, entendernos mejor, ver que hacemos que no nos damos cuenta y que nos crea esos momentos álgidos que no deseamos cuando lo que sobra es el amor. Desde entonces, seguimos realizando sesiones esporádicas y periódicas para mantener nuestro norte de comunicación asertiva y sana, y una convivencia armoniosa superando los cambios y nuestras individualidades. Quiero agregar que algo que también ha contribuido es tener mucho sentido del humor en casa.
Deseando así que todos podamos multiplicar una comunicación positiva y de beneficio, dandole un uso responsable a los medios con los que contamos para hacerlo.
Notas:
1) Laswell, Harold: de principios y mediados del siglo XX, concibió la Teoría de la Aguja Hipodérmica refiriéndose al modelo unidireccional de la comunicación mediática para ese momento histórico. En la actualidad el contenido presenta un modelo dinámico: con multiplicidad de creadores de contenido que permite que interactúen entre sí, de manera directa y en tiempo real.
2) Goebbels, Joseph: “Principios de propaganda política”.

