domingo, 12 de enero de 2025

Alcanzando el puente


Tristeza vs. Depresión




“No estoy triste,

sólo tengo cansada la alegría.”

Mafalda



A veces, para explicarnos mejor, recurrir a ejemplos de personajes famosos es un elemento facilitador y yo voy a recurrir a uno muy especial, al menos para mí. Muchos recordamos a Robin Williams como un actor excepcional, que siempre nos contagió con su humor, emblemático para quien, como yo, crecí con su “nano, nano” y su infinita capacidad y versatilidad para expresar emociones con su actuación. Fue una gran ironía cuando lo invadió una depresión que terminó con su vida. Muy triste, ¿cierto? – Tristeza y depresión, parecidas de momento, pero distintas de fondo. Voy a ser sucinta porque la intención de este inciso es llegar a mi efecto multiplicador.


Cuando perdemos a un afecto importante, sentir tristeza es la consecuencia natural. Llorar y hacer un proceso de “duelo”, según sea el caso, dicen los expertos, que es muy sano. Cada “duelo” es único e individual, y pueden pasar por muchas facetas. En su proceso, y en un tiempo prudencial, la tristeza se irá superando, y este proceso de superación también es único e individual. Actualmente, se habla mucho de la resiliencia(1), una palabra que tiene su origen etimológico del término latín resilio, que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar o rebotar, pero que actualmente se le adjudica a la capacidad de adaptación con que afrontamos situaciones adversas. Entonces, ante un evento que nos afecte emocionalmente, como la pérdida de un ser querido, adaptarnos y superar esa situación sería el paso a seguir. Sin embargo, si la tristeza no consigue un puente a la resiliencia y se posterga con el tiempo, se vuelve, digamos, insuperable, entonces es muy posible que estemos en presencia de un proceso de “depresión”.


Durante mi embarazo, en la sala de obstetricia, estaba un afiche enorme sobre la “depresión post-parto”, me sorprendió mucho saber que algo así existía. Mi hijo nació en el 2012, poco después, en el 2014, falleció Robin Williams, un año marcado por eventos de perdida en mi vida personal, fallecieron mis dos abuelas, con una semana de distancia una de la otra, uno de mis maestros, Shamar, quien siento que vino a despedirse cuando visitó nuestro condado unos meses antes, y mi esposo. Obviamente, la tristeza se hizo presente en mi vida, pero la resiliencia fue más fuerte, y dada las condiciones no había espacio ni tiempo para mucho duelo, ni para mucha tristeza, tocaba seguir el trote y con mucha rapidez, porque la vida continua y hay cosas que no pueden esperar.


Desde que vi ese afiche en la sala de espera de la consulta de obstetricia caí en cuenta de la gran ignorancia que tenía sobre el tema. También ha sido toda una experiencia observar como en los Estados Unidos se le da tanta importancia a la salud mental, la que se exacerbó durante la pandemia del COVID-19, y el síndrome de la depresión (S.D.) es un protagonista de la salud mental. Algo importante de saber es que hay varios en su tipo, y que es muy importante diferenciarlos para poder darles la debida atención y, también, diferenciar cuando estamos tristes de estar depresivos. Y me explicaré mejor empleando otro de mis elementos facilitadores, esta vez nadie famoso, sino una amiga, que fue diagnosticada con S.D. 


Mi amiga, profesional, sumamente inteligente, capaz, hermosa, empezó a sufrir de depresión, que intentó apalear bebiendo, lo cual complicó la situación ampliamente. Pasado un poco de tiempo, y con su familia muy preocupada por ella, empezó a visitar a un psiquiatra, quien le recetó antidepresivos, pero la depresión seguía. Historia corta: en el proceso para prepararse para una cirugía, al concluir los exámenes pre-operatorios, la diagnosticaron con hipotiroidismo. Los antidepresivos jamás la iban a sanar, muy por el contrario. Una depresión como esta, de naturaleza orgánica, debe tratarse con mucho cuidado, el no hacerlo puede traer consecuencias terribles, como pasó con nuestro querido Robin Williams, quien también padecía de hipotiroidismo. Otras causas orgánicas importantes de depresión pueden ser el consumo de drogas, medicamentos y alcohol, también hay procesos hormonales que pueden conducir a la depresión, por ejemplo, en la mujer durante la pubertad, ciclos menstruales, peri menopausia y embarazo.


Recientemente, se presentó en mi ciudad Erika de la Vega con su obra “Puras Cosas Maravillosas”, la trama aborda a una niña que ve a su madre padecer de una terrible depresión. La obra es emotiva, es alegre, cuenta con un sentido del humor muy inteligente, pero sobre todo tiene mucho corazón, es realmente aleccionadora y muy profunda, es como para verla más de una vez de tanto que ofrece. No voy a describir la obra, porque si usted no la ha visto, tiene que ir a verla de ser posible. En su obra, una versión en español de la obra de Duncan McMillan llamada “Every Brilliant Thing”, De La Vega resalta la importancia que tiene la salud mental. Ahora usted imagínese a una personita que transcurre, parte importante de su vida, “alrededor” de la depresión de un ser muy amado. La obra lo aborda “todo” de una manera liviana, mágicamente alineada, y nos invita a reflexionar sobre nuestros propios procesos emocionales, como manejamos y asumimos los sentimientos, y como nos impactan en nuestra vida y a nuestras relaciones interpersonales, porque ¿quién no ha estado al menos triste en su vida y en más de una oportunidad? - ¿Será que podremos aprender a manejar nuestras emociones para ponerlas a nuestro servicio y no al revés? – En el caso de un Síndrome Depresivo puede que la resiliencia no consiga un puente, por eso es tan importante prestarnos atención, deseando de ser capaces de reconocer a tiempo si éste es el caso y a qué especialista de la salud es que hay que acudir.



Y lo que quiero multiplicar:


Si siente que está deprimido, por favor, busque asistencia profesional. Acuda de primera mano a su médico primario y pídale que le evalúe orgánicamente, o le remita a un endocrino y a especialistas que le ayuden a confirmar o descartar una causa orgánica, las hay muchas. No se conforme, busque la asistencia médica como pueda, es su derecho.


Por favor, vuélvase su propio médico, es decir, involúcrese con su cuerpo, con sus emociones, con su tratamiento, su proceso de sanación. “Infórmese” sobre lo que sea que le esté sucediendo y sintiendo. “Exija” un DIAGNÓSTICO certero, preciso, y si no se lo dan, busque en donde se lo puedan dar. 





Nota:

1) RAE.es: Del ingl. resilience, y este der. del lat. resiliens, -entis, part. pres. act. de resilīre 'saltar hacia atrás, rebotar', 'replegarse'.

1. f. Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.

2. f. Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.


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